Un patrimonio con 300 años de historia. Un legado que atesora buen gusto y rinde homenaje a la excelencia del método artesanal. La belleza y el placer de los momentos celebrados con el art de vivre francés. Pasión y talento transmitidos de generación en generación para elaborar cognacs apreciados y disfrutados por el mundo entero, del Orient Express a la velocidad récord del Concorde, pasando por intrépidas expediciones polares y enlaces reales.

